viernes, 26 de octubre de 2007

Tengo una amiga , que no sé, pero que es. Se hace llamar mujer-pez en su blog intelectual y divertido. Es un placer leerlo y compartirlo.
Pero inevitablemente, cada vez que lo leo, siento que soy mujer-besugo.
Envidio su inteligencia y el delicioso libro que ha escrito. Costumbrista y romántico,a pesar de ella misma. Me hubiera gustado escribirlo a mí.
Y al igual que al leer Arcadi Espada, o a Paco Umbral, se apodera de mí la
imperiosa necesidad de retomar la cotidianeidad en la escritura.
Pero..,resurge la timidez y el sentido del ridículo y entonces, inevitablemente, aparece la máscara amable y socializada que me protege. La que me resguarda de una forma de vida que no me gusta y que no entiendo, que supera todo lo que pude haber imaginado en algun momento en alguna otra vida. (Otra vida?)
Quizás estoy hecha para vivir cerca del mar y no en este pueblo/ciudad tan interior y tan opaco.
Definitivamente, sí.
Mujer besugo.