domingo, 3 de agosto de 2008

mujer-pez: el cuerpo femenino y la banalidad de los sexos.

mujer-pez: el cuerpo femenino y la banalidad de los sexos.
Habla de nuevo la mujer pez para hablar de un artículo de su amigo, el hombre que escribe.
Cuando quise comprar el periódico, con un día de retraso, el periódico ya no existía. Cuando entré en “ punto com “ para leer el artículo, tampoco pude acceder, No soy suscriptora y el artículo es de pago…..
(No pienso poner el nombre del diario, si el no me ayuda yo a el tampoco)
Paciencia
Según la mujer pez el artículo trata “del cuerpo femenino y la banalidad de los sexos.”
Y habla del curioso interés erótico que tenemos las mujeres cuando contemplamos el cuerpo de otra.
Y por ahora no tengo interés erótico alguno por otra mujer.
Si el cuerpo de otra mujer es notablemente más hermoso que el mío -cosa nada difícil- y estúpidamente me fijo en el, siento envidia.
Sana, pura, asquerosa envidia.
En un primer momento, claro. A continuación intento justificar lo injustificable.
Es decir, me siento más inteligente, más divertida y por supuesto más resultona. -misterios de la mente- , ¡así me conformo!
Lo dicho envidia, pura envidia. Porque normalmente los cuerpos que suscitan en mí esos sentimientos son inevitablemente más jóvenes. Y por ahí no paso. Si hay algo que llevo mal es la edad. Odio envejecer.
Porque estoy en esa “maravillosa” edad dorada en la que no se es vieja pero tampoco jóven. Autentico despropósito que provoca mi más profunda insatisfacción.
(¡Es que soy tan mona!)
Por cierto querida pez, las revistas para hombres, (y seguimos) en un porcentaje digamos de siete a una por ejemplo, exhiben en sus portadas fantásticos y casi siempre , jóvenes modelos. (Eso cuando no colocan al madurito Cloony con mirada intrigante y expresión seductora ofreciéndonos un café soluble, que imagino insípido y estúpido en sí mismo) .
Has visto los modelos de Kalvin Klein? Cuando se abre el desplegable del centro de las revistas y aparece el anunciante, una no sabe a dónde mirar. Tremendo…
Magnífico diseño el del calzoncillo y espléndido el del modelo. Las mujeres de antes hacíamos unos chicos de anuncio. (¡)
Continúa explicando la Sra. Pez que una ilustre doctora (Chivers, creo) , descubrió a partir de un estudio sobre la sexualidad femenina, en que se visionaban vídeos eróticos, que las mujeres tienden a sentirse más excitadas cuando aparecían otras mujeres. Continúa diciendo que “ desde el darvinismo, se conjetura , que las mujeres estan más interesadas en valorar las competencias entre ellas que las posibilidades de sexo indiscriminado. “
Concluyen que ” unas nos fijamos más en las otras, en como es su cuerpo, que el motivo más íntimo sería aprender de la experiencia sexual de las otras”. Que se identifican y excitan más “empatizando con las más sexis y atractivas.”
Mas sexis y atractivas?, ¿Quién lo decide?,¿Quién marca el patron de la belleza y el sexo? ¿Qué hay más subjetivo que el sentimiento provocado por una estética determinada y la contraria a ella misma?
¿Que es más bella, la desnudez de las tres gracias de Rubens o la de la maja de Goya? O quizá la de la “odalisca “ de Fortuny? Los desnudos de Modigliani o la insultante rotundidad de las mujeres de Botero?
Que no querida pez, que no.
El ideal de belleza lo lleva cada una en el fondo de sí misma, y a cada una le gusta lo que le gusta.
Y en cuanto a lo otro… creo que yo misma hubiera sido un caso interesante para la Dra. Chivers o el mismísimo Freud. (Perdón por la inmodestia, pero es que soy un caso.
Un chiste para mí misma más bien.
Te cuento, el otro día mi hija me pilló mirando a un muchacho que era el mismísimo sosias de Adrien Brody. Creo que me quedé con la boca abierta, estábamos comiendo en un “japo” y de repente se abrió la puerta del salón en que nos encontrábamos, apareció el muchacho y se hízo la luz. (No me fijé en su acompañante)
Mi hija aún se está riendo y yo aún le recuerdo.
Era algo así como un cuadro de Kandinski, luz, belleza y fibra..
En fín…, su madre debe ser de una edad similar a la mía a juzgar por el aspecto del chico.
Y te juro querida pez, que ninguna mujer me ha hecho, ni cuando era jóven, sentir algo parecido. El arte por encima de todo (el mérito hay que reconocérselo a la Sra.)
Quisiera tener la inteligencia, la cultura y el valor, de alguna que otra mujer , que admiro profundamente, en literatura, música, arte…. , pero sentimiento erótico, lo que se dice erótico………hoy por hoy sólo lo provoca el sexo opuesto, el difícil.
Cuando traspase la barrera de la vejez, a lo peor pienso en las sensaciones que perdí por no probar contrario.
Pero no de momento.
Habla de nuevo la mujer pez para hablar de un artículo de su amigo, el hombre que escribe.
Cuando quise comprar el periódico, con un día de retraso, el periódico ya no existía. Cuando entré en “ punto com “ para leer el artículo, tampoco pude acceder, No soy suscriptora y el artículo es de pago…..
(No pienso poner el nombre del diario, si el no me ayuda yo a el tampoco)
Paciencia
Según la mujer pez el artículo trata “del cuerpo femenino y la banalidad de los sexos.”
Y habla del curioso interés erótico que tenemos las mujeres cuando contemplamos el cuerpo de otra.
Y por ahora no tengo interés erótico alguno por otra mujer.
Si el cuerpo de otra mujer es notablemente más hermoso que el mío -cosa nada difícil- y estúpidamente me fijo en el, siento envidia.
Sana, pura, asquerosa envidia.
En un primer momento, claro. A continuación intento justificar lo injustificable.
Es decir, me siento más inteligente, más divertida y por supuesto más resultona. -misterios de la mente- , ¡así me conformo!
Lo dicho envidia, pura envidia. Porque normalmente los cuerpos que suscitan en mí esos sentimientos son inevitablemente más jóvenes. Y por ahí no paso. Si hay algo que llevo mal es la edad. Odio envejecer.
Porque estoy en esa “maravillosa” edad dorada en la que no se es vieja pero tampoco jóven. Autentico despropósito que provoca mi más profunda insatisfacción.
(¡Es que soy tan mona!)
Por cierto querida pez, las revistas para hombres, (y seguimos) en un porcentaje digamos de siete a una por ejemplo, exhiben en sus portadas fantásticos y casi siempre , jóvenes modelos. (Eso cuando no colocan al madurito Cloony con mirada intrigante y expresión seductora ofreciéndonos un café soluble, que imagino insípido y estúpido en sí mismo) .
Has visto los modelos de Kalvin Klein? Cuando se abre el desplegable del centro de las revistas y aparece el anunciante, una no sabe a dónde mirar. Tremendo…
Magnífico diseño el del calzoncillo y espléndido el del modelo. Las mujeres de antes hacíamos unos chicos de anuncio. (¡)
Continúa explicando la Sra. Pez que una ilustre doctora (Chivers, creo) , descubrió a partir de un estudio sobre la sexualidad femenina, en que se visionaban vídeos eróticos, que las mujeres tienden a sentirse más excitadas cuando aparecían otras mujeres. Continúa diciendo que “ desde el darvinismo, se conjetura , que las mujeres estan más interesadas en valorar las competencias entre ellas que las posibilidades de sexo indiscriminado. “
Concluyen que ” unas nos fijamos más en las otras, en como es su cuerpo, que el motivo más íntimo sería aprender de la experiencia sexual de las otras”. Que se identifican y excitan más “empatizando con las más sexis y atractivas.”
Mas sexis y atractivas?, ¿Quién lo decide?,¿Quién marca el patron de la belleza y el sexo? ¿Qué hay más subjetivo que el sentimiento provocado por una estética determinada y la contraria a ella misma?
¿Que es más bella, la desnudez de las tres gracias de Rubens o la de la maja de Goya? O quizá la de la “odalisca “ de Fortuny? Los desnudos de Modigliani o la insultante rotundidad de las mujeres de Botero?
Que no querida pez, que no.
El ideal de belleza lo lleva cada una en el fondo de sí misma, y a cada una le gusta lo que le gusta.
Y en cuanto a lo otro… creo que yo misma hubiera sido un caso interesante para la Dra. Chivers o el mismísimo Freud. (Perdón por la inmodestia, pero es que soy un caso.
Un chiste para mí misma más bien.
Te cuento, el otro día mi hija me pilló mirando a un muchacho que era el mismísimo sosias de Adrien Brody. Creo que me quedé con la boca abierta, estábamos comiendo en un “japo” y de repente se abrió la puerta del salón en que nos encontrábamos, apareció el muchacho y se hízo la luz. (No me fijé en su acompañante)
Mi hija aún se está riendo y yo aún le recuerdo.
Era algo así como un cuadro de Kandinski, luz, belleza y fibra..
En fín…, su madre debe ser de una edad similar a la mía a juzgar por el aspecto del chico.
Y te juro querida pez, que ninguna mujer me ha hecho, ni cuando era jóven, sentir algo parecido. El arte por encima de todo (el mérito hay que reconocérselo a la Sra.)
Quisiera tener la inteligencia, la cultura y el valor, de alguna que otra mujer , que admiro profundamente, en literatura, música, arte…. , pero sentimiento erótico, lo que se dice erótico………hoy por hoy sólo lo provoca el sexo opuesto, el difícil.
Cuando traspase la barrera de la vejez, a lo peor pienso en las sensaciones que perdí por no probar contrario.
Pero no de momento.